La tregua, alcanzada en junio durante las conversaciones entre las delegaciones de Estados Unidos y China, mantiene las tarifas de Washington sobre la mayoría de los productos de Beijing en un 55 por ciento a cambio del compromiso de la nación asiática de impulsar las exportaciones de tierras raras al país de Norteamérica.
China también acordó limitar sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses al 10 por ciento.
La decisión de Trump de ampliar este lapso de gracia ocurrió horas antes de su vencimiento, este martes, 12 de agosto.
La pausa en la imposición de los gravámenes de hasta el 145 por ciento a los productos chinos apuntaba a consecuencias impredecibles. Trump dio un paso a favor de la cordura después de semanas de puertos vacíos en la Costa Oeste y la agitación del mercado bursátil que generaron temores de una recesión, en opinión de algunos expertos.
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