Los agricultores recibieron en total siete mil 597 hectáreas, las cuales se suman al millón 720 mil 453 hectáreas formalizadas hasta la fecha.
También participó en la firma del ‘Pacto Boyacá’, un compromiso suscrito entre el Gobierno Nacional y la Gobernación territorial, cuyo objetivo es impulsar 79 proyectos en educación, transporte, agricultura, agua potable, salud y otros sectores.
En su alocución, realizada desde el municipio de Sotaquirá, el mandatario se refirió a las utilidades que acarrea el crecimiento agrícola que experimenta la nación y recalcó en la importancia de potenciar la industria en esta esfera.
“La agricultura crece 10 por ciento anual. No se trata de dejar de cultivar, sino de pasar a otra fase: poner las factorías”, afirmó.
La papa, ejemplificó, “necesita industrialización o, si no, con la sobreoferta terminamos otra vez viendo cómo los bultos quedan en las carreteras”.
En otro momento de su discurso destacó las bajas tasas de criminalidad del departamento.
“Mueren 25 colombianos asesinados por cada 100 mil habitantes en Colombia; en Boyacá, solo tres”, aseveró.
Estimó que el departamento es ejemplo y le enseña al resto del país cómo se construye la paz.
Petro aprovechó para reiterar las premisas del proyecto político-social defendidas por su gobierno.
“Me dicen dictador porque hago caso del pueblo”, expresó, después de lo cual recalcó que la verdadera democracia solo está presente si la ciudadanía tiene plena participación y son escuchadas las necesidades de las personas.
En cambio, alertó, que las brechas sociales y económicas se agudizan cuando las decisiones de gobierno se construyen de espaldas a la ciudadanía.
“Lo público es del pueblo, no de unos pocos. Y ahí estaré siempre, custodiando lo que nos pertenece a todos”, sentenció.
El presidente manifestó que asumir la defensa de lo público trae aparejado presiones externas y costos políticos.
Enfatizó entonces que resistir tales desafíos constituye la esencia de un gobierno preocupado por la gente y remarcó que el papel del Estado no es velar por el interés privado, sino repartir bien los recursos públicos y garantizar derechos.
“Si estar del lado del pueblo incomoda a quienes han mandado siempre, que así sea. No vine a servir a las élites, vine a servir a Colombia”, aseveró.
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