Kang Min, director del Instituto de Prevención y Control de Enfermedades del Centro para el Control de Enfermedades de esta región dijo que aún persisten factores de riesgo.

No obstante, comentó que entre los pacientes no hay reportes de casos graves ni fallecimientos y las autoridades sanitarias de la provincia mantienen operativos continuos para reducir la densidad de mosquitos.

De acuerdo con el especialista, el riesgo de casos importados sigue presente debido a la alta circulación del virus en otras regiones del mundo.

Además, la temporada de mosquitos activos en Guangdong, sumada a la influencia de tifones y lluvias, mantiene el potencial de transmisión local.

Kang Min reiteró que la fiebre chikungunya es prevenible, controlable y tratable por lo que llamó a la población a participar en acciones de higiene pública, como el uso de mosquiteros, instalación de protectores en ventanas, eliminación de agua estancada y basura.

La provincia promueve la iniciativa “1130”: un minuto al día para eliminar agua acumulada al salir y regresar del trabajo, una limpieza semanal, tres minutos diarios para inspeccionar focos de cría y cero espacios propicios para estos insectos.

Las autoridades recomendaron acudir a centros médicos ante síntomas como fiebre, dolor articular o erupciones cutáneas, especialmente si se tiene historial de viaje a zonas afectadas o exposición a picaduras de mosquitos.

Desde julio pasado el virus entró en un ciclo de transmisión local debido a la presencia del vector y las condiciones climáticas favorables.

De acuerdo con la prensa local, un equipo especializado de medicina tradicional china desarrolló un protocolo terapéutico que incluye medicamentos orales, aplicaciones tópicas, acupuntura y terapias de inhalación.

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