El análisis, publicado en la revista Journal of Antimicrobial Chemotherapy – Antimicrobial Resistance, y en el que participó la Universidad de Washington, reveló que alrededor de 45 mil 700 personas en este país murieron en 2019 en relación con patógenos resistentes a los antibióticos.
En algunos casos, la resistencia no fue la causa inmediata de la muerte, pero las infecciones en la sangre, el aparato respiratorio y el abdomen fueron desenlaces fatales particularmente frecuentes.
El estudio estimó que alrededor de nueve mil 600 de esas muertes podrían atribuirse directamente a pacientes pudieron sobrevivir si las bacterias no hubieran sido resistentes.
Alemania registró un total de 939 mil 500 muertes en 2019, según las estadísticas oficiales.
El RKI, principal instituto epidemiológico del país, señaló que la resistencia a los antibióticos es uno de los mayores desafíos mundiales para la salud de nuestro tiempo, impulsado por el uso y el abuso generalizado de estos medicamentos.
Su uso excesivo, los tratamientos prolongados o las prescripciones inadecuadas generan una presión de selección que permite la propagación de cepas resistentes.
El instituto instó a reforzar la prevención y a aplicar medidas de control más específicas, subrayando que el uso cuidadoso de los antibióticos es clave para frenar la resistencia.
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