Nos adherimos al principio de mantener la seguridad, el orden público y el interés público al albergar cada evento internacional, dijo Thohir en su cuenta de redes sociales, y agregó que el principio era parte de la Constitución de Indonesia.

Yakarta añadió que la medida estaba en línea con la política de Indonesia de cortar lazos con Israel hasta que reconozca la independencia del Estado de Palestina.

Sin embargo, Thohir insistió en que la nación asiática se comprometió a seguir desempeñando un papel activo en diversos eventos deportivos regionales e internacionales.

Indonesia, el país con mayor mayoría musulmana del mundo, rechazó visas para atletas israelíes al Campeonato Mundial que acoge en estos momentos después de las objeciones del gobierno y de su consejo de clérigos islámicos.

Como consecuencia, el COI pidió a todas las Federaciones deportivas internacionales que rechazaran a Indonesia como sede de grandes eventos deportivos, y suspendió todas las discusiones sobre una posible candidatura olímpica de Indonesia para los Juegos de verano de 2036.

En este sentido, el ente mundial sostiene que la reanudación de las conversaciones sólo se producirá si recibe garantías de que todos los atletas, independientemente de su nacionalidad, serán elegibles para competir allí en el futuro.

La posición de Yakarta ha sido firme, pues en julio de 2023 se retiró de la organización de los Juegos Mundiales de Playa de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ANOC) tras la controversia sobre la participación de Israel.

En marzo de ese año, perdió los derechos de organización de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA después de que dos gobernadores se opusieran a la participación de la nación árabe.

El país, que no tiene vínculos formales con Israel, se ha negado sistemáticamente a acoger delegaciones israelíes desde los Juegos Asiáticos de 1962, cuando atletas de esa nacionalidad y taiwaneses fueron excluidos de Yakarta.

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