“Por trigésimo tercera ocasión, el mundo dijo basta al bloqueo más largo y cruel de la historia moderna”, declaró, y apuntó que ese triunfo es una victoria del pueblo cubano que ha resistido con altura, que no se ha doblegado, que ha sabido convertir el dolor en solidaridad.
“Mientras el imperio intenta asfixiarla, Cuba sigue dando aire al mundo; mientras otros cierran fronteras, Cuba abre sus hospitales; mientras otros acumulan armas, Cuba envía médicos”, precisó.
Pese a las graves dificultades provocadas por el bloqueo económico, comercial y financiero -añadió Palacios- Cuba forma a jóvenes de todo el continente en sus universidades y comparte sus logros científicos con la humanidad.
Al mismo tiempo, prosiguió, “sigue siendo un faro de esperanza para millones y “Las brigadas médicas que asisten a los pueblos en desgracia, no viajan con banderas de conquista, sino con batas blancas y corazones abiertos”.
Subrayó que la comunidad internacional ha hablado con claridad en la Asamblea General de las Naciones Unidas: 165 votos frente a siete en contra.
“No es solo una cifra: es la evidencia de que el bloqueo es un crimen solitario, una sanción inmoral, una reliquia de la Guerra Fría que el mundo ya no está dispuesto a tolerar”, sentenció la parlamentaria.
“Desde Bolivia hasta Irán, desde Jamaica hasta Egipto, desde Brasil hasta el Congo, las voces se alzaron para denunciar lo que es, en esencia, una guerra contra un pueblo entero”, aseveró Palacios.
Se trata, añadió, de un bloqueo que impide a Cuba acceder a créditos, que la sabotea en el comercio internacional, que la obliga a comprar alimentos y medicinas a precios exorbitantes a través de terceros países.
“Pero también es un bloqueo que ha forjado una nación más unida, más solidaria, más consciente de que su destino está ligado al de todos los pueblos que luchan por un mundo más justo”, apuntó la congresista.
Añadió que la victoria del 29 de octubre no es solo de Cuba, sino de todos los que creen que otro mundo es posible, de quienes rechazan que se castigue a un pueblo por elegir su propio camino y de quienes entienden que la solidaridad no es una utopía, sino una práctica cotidiana.
“Es la victoria de quienes, como Cuba, siguen creyendo que la vida vale más que el capital, que la salud es un derecho, que la educación es un acto de amor. Hoy, más que nunca, el mundo está con Cuba. Y Cuba, como siempre, está con el mundo”, dijo con firmeza la parlmentaria peruana.
lam/mrs
