sábado 15 de noviembre de 2025

Mil 700 millones de afectados por degradación de la tierra, según FAO

Roma, 3 nov (Prensa Latina) La degradación mundial de la tierra afecta a mil 700 millones de personas al disminuir el rendimiento de sus cultivos, señala hoy un reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

De acuerdo con el informe Estado de la Alimentación y la Agricultura 2025, presentado este lunes en la sede de ese organismo internacional, en esta capital, ese problema es ocasionado en gran medida por el ser humano, con actividades como la deforestación, el sobrepastoreo, así como por prácticas agrícolas y de riego no sostenibles.

Por otra parte, a las presiones antropogénicas cada vez más predominantes, se suman causas naturales como la erosión y la salinización del suelo.

El documento, publicado por la oficina de prensa de la FAO, refleja una crisis generalizada y silenciosa, que está socavando la productividad agrícola y amenazando la salud de los ecosistemas en todo el mundo.

Ese análisis transmite un mensaje claro: “la degradación de la tierra no es solo un problema ambiental, pues afecta la productividad agrícola, los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria”, apunta el comunicado.

Es alarmante la cifra de mil 700 millones de personas en todo el mundo que viven en zonas donde el rendimiento de los cultivos es un 10 por ciento menor debido a la degradación de la tierra causada por el ser humano, a lo que se añade que entre ellas 47 millones son niños menores de cinco años.

Sobre la base de los datos mundiales más recientes acerca de la distribución, tamaño y producción agrícola, ese estudio describe oportunidades concretas para prácticas integradas de uso y gestión sostenibles de la tierra, junto con políticas adaptadas a las necesidades.

Se trata de medidas que buscan evitar, reducir y revertir la degradación de la tierra, al tiempo que mejoran la producción de alimentos y los medios de vida de los agricultores, pero “para aprovechar estas oportunidades, debemos actuar con decisión”, escribió el director general de la FAO, Qu Dongyu, en el prólogo del informe.

Entre las prácticas de gestión sostenible de la tierra se encuentran la rotación de cultivos y las siembras de cobertura para preservar la salud del suelo, reducir la erosión y contribuir a la biodiversidad, con lo que se podría restaurar una producción suficiente para alimentar a 154 millones de personas más cada año.

El texto hace referencia a medidas regulatorias como el control de la deforestación, programas basados en incentivos, y mecanismos de condicionalidad que vinculen las subvenciones con los resultados ambientales.

Se trata de acciones necesarias para fortalecer la seguridad alimentaria, aliviar la presión sobre los ecosistemas naturales y construir sistemas agroalimentarios más resilientes, con estrategias integradas de uso de la tierra, agrega la fuente.

ale/ort

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