En un comunicado, el Ejecutivo Sandinista añadió que dicho respeto es una condición indispensable para garantizar la paz y la estabilidad globales.
Las autoridades nicaragüenses subrayaron que, como resultado de los acuerdos y del orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial, China posee un estatus histórico y jurídico claramente definido, el cual —señalan— no admite distorsiones ni cuestionamientos.
El texto recordó que el principio de una sola China es ampliamente reconocido por la comunidad internacional y está respaldado de manera firme por la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU, que confirma al Gobierno chino como el único representante legítimo del gigante asiático.
“Nicaragua reitera que en el mundo solo existe una sola China, que Taiwán es una parte inalienable de su territorio y que el Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda la nación”, expresó el comunicado.
El Ejecutivo nicaragüense manifestó además su respaldo a los esfuerzos de Beijing por alcanzar la reunificación nacional, así como su postura justa en la defensa de la soberanía y la integridad territorial.
Asimismo, rechazó toda forma de actividades separatistas orientadas a la “independencia de Taiwán” y condenó cualquier intento de interferir en los asuntos internos de China bajo ese pretexto.
De igual forma, Managua repudió todas las acciones destinadas a socavar la paz y la estabilidad en la región asiática.
El pronunciamiento concluye afirmando que Nicaragua continuará adhiriéndose al principio de una sola China y que está dispuesta a trabajar conjuntamente con Beijing para salvaguardar los logros de la posguerra y promover una evolución de las relaciones internacionales “en una dirección más justa y equitativa”.
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