En un mensaje divulgado en su cuenta de la red social X, el aspirante a la Casa de Nariño apuntó que a lo largo de su vida política ha sido objeto de maniobras difamatorias, pero que estas se arreciaron una vez que anunció su postulación.

Alertó entonces que se tejen en su contra estratagemas para socavar su legitimidad política y moral.

“En las últimas horas he recibido información puntual creíble, y a la que doy toda la seriedad, sobre el hecho que desde organismos de inteligencia del Estado se están desarrollando ese tipo de campañas, que se busca a través de escándalos que estallarán en los próximos días, presentarme como una persona involucrada en hechos de abuso de poder o de tráfico de influencias”, manifestó.

Remarcó en este punto que no se trata sino de artimañas urdidas por sus enemigos.

“Esos intentos son parte de campañas calumniosas y sucias de mis opositores y adversarios políticos que, como no han podido derrotarme en el terreno electoral, o en el terreno político o judicial, ahora buscan, utilizando a personas de instituciones oficiales y a los servicios de inteligencia, hacer daño a mi reputación, a mi legitimidad y a mi probidad como ser humano y dirigente político”, expuso.

A modo de conclusión aseguró que tiene su conciencia tranquila.

“Soy persona transparente que puede ser sometida a cualquier escrutinio, no tengo nada que ocultar y soy invencible en el terreno moral”, afirmó.

Cepeda, quien lidera las intenciones de voto por delante del resto de los aspirantes de cualquier orilla política según encuestas, se medirá en marzo del año venidero con otros aspirantes a la carrera presidencial como los exsenadores Roy Barreras y Camilo Romero en una consulta interpartidista de la izquierda que se ha dado en llamar Pacto Amplio.

Ha dicho que, en caso de alcanzar el poder, reducirá los sueldos del presidente y del aparato gubernamental como parte de un eje central de austeridad, entre otras medidas.

jha/ifs