“La submunición M46 es conocida por su extrema sensibilidad, es un modelo extremadamente sensible. Un ligero toque, una pequeña vibración, la curiosidad de un niño, o la herramienta de un agricultor en la tierra, cualquiera de ellas puede matar”, manifestó el ministro principal Ly Thuch.
Según el también primer vicepresidente de la Autoridad de Acción contra las Minas y Asistencia a las Víctimas de Camboya, citado por la agencia de noticias AKP, estas minibombas se dispersan por nuestras tierras y permanecen allí mucho después de que cesen los bombardeos, invisibles, sin dejar marcas, solo esperando.
Para los agricultores camboyanos, subrayó, esto significa miedo cada día que intentan alimentar a sus familias, y para los niños significa la muerte disfrazada de chatarra o juguete.
“Esto no es defensa. No es un accidente. Es un envenenamiento deliberado de la tierra y la vida de los camboyanos”, enfatizó Thuch y recordó que el Reino tiene una larga y trágica historia asociada a las municiones sin detonar, lo cual hace que la situación actual sea particularmente grave.
El uso de municiones en racimo no es solo un ataque al presente, sino también al futuro de Camboya, advirtió.
De acuerdo con el director general del Centro de Acción contra Minas de Camboya, Heng Ratana, los días 22 y 23 de diciembre el ejército tailandés continuó disparando proyectiles de municiones en racimo de 155 mm con submuniciones en racimo M46 contra el territorio del Reino.
Por otra parte, y en declaraciones la víspera a la televisión nacional, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Camboya, Prak Sokhonn, dio a conocer el apoyo de los cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) a una solución pacífica a la disputa entre los dos países vecinos.
Los ministros instaron a todas las partes a cesar las hostilidades y a respetar e implementar la Declaración Conjunta de Kuala Lumpur, dijo y añadió que Malasia presentó tres propuestas instando al restablecimiento del alto el fuego tras la reanudación de los combates el 7 de diciembre último.
En la reunión especial de los jefes de la diplomacia del bloque, celebrada este lunes en Kuala Lumpur, Camboya también presentó tres propuestas: un alto el fuego inmediato y el fin de los combates, la retirada de las fuerzas de ambas partes a las posiciones que ocupaban antes del conflicto y el regreso seguro de los civiles a las zonas fronterizas.
Demandó, asimismo, la resolución de la disputa exclusivamente por medios pacíficos, de conformidad con el derecho internacional y los acuerdos vigentes, y la liberación de los 18 soldados camboyanos detenidos por las fuerzas militares de Tailandia.
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