Según el Ministerio de la Agricultura, el mal que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, sobre todo a las ovejas, ha sido detectado en seis departamentos del norte del país (Aisne, Ardennes, Marne, Moselle, Nord y Oise).
Los primeros focos fueron identificados hace dos días, una enfermedad que no es contagiosa ni se transmite a los humanos, y que su propagación se produce a través de la picada de mosquitos de la especie Culicoides.
El gobierno activó un plan de medidas para frenar el avance de la fiebre catarral ovina, acciones que abarcan a 30 departamentos franceses.
Otras naciones europeas reportan el padecimiento, con un impacto importante en Países Bajos.
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