Díaz, Secretario del Comité Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas en el municipio Plaza de la Revolución, de la provincia de La Habana, afirmó que cada día, en los espacios posibles, los cubanos dignos deben condenar la hostilidad estadounidense.
Nuestra exigencia es legítima y digna, no cesará hasta que desaparezca esa inhumana política, dijo en declaración a Prensa Latina.
El también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) participó en la marcha popular realizada este viernes en la capital, en respuesta a una convocatoria del presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
Con el líder de la Revolución Cubana, Raúl Castro, el mandatario presidió la concentración para exigir el cese del bloqueo y la exclusión de la nación antillana de la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo.
Es momento de que el pueblo siga, con más fuerzas, unido en bloque, exigiendo la eliminación del bloqueo y la exclusión de Cuba de esa espuria lista confeccionada por la Casa Blanca, insistió Danhiz Díaz.
Resulta fundamental, señaló, “educar a los jóvenes sobre el impacto del bloqueo, presentándole los problemas cotidianos como resultado de estas medidas”.
Ahora que (Joe) Biden está por concluir su mandato y (Donald) Trump va a regresar a Washington, es oportuno condenar la política de ese gran imperio contra nuestro pueblo, aunque siempre, absolutamente siempre, es necesario gritar Abajo el bloqueo, expresó.
Comentó, asimismo, que “la marcha del pueblo combatiente gana más valor cuando se cumplieron 20 años del histórico discurso del comandante (líder histórico de la Revolución, Fidel Castro) en la cara de lo que fuera la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana)”.
Así, evocó la “Proclama de un adversario al gobierno de Estados Unidos”, como quedó bautizada la alocución de Fidel en mayo del año 2004, en una multitudinaria manifestación contra las medidas anunciadas por la administración norteamericana de George W. Bush.
Subrayó, además, la relevancia de recuperar la tradición de las grandes marchas como una forma de movilización del pueblo, a pesar de los desafíos actuales.
Es importante, opinó, movilizarnos, traer a las nuevas generaciones a la histórica tribuna antiimperialista, para que entiendan su gran relevancia para el movimiento revolucionario.
Y también vale para seguir mostrando nuestra unidad, porque tenemos muchos problemas que resolver, pero estamos juntos, sin propiciar acciones en detrimento de la armonía, fuerza y unión del pueblo, porque será entonces una oportunidad del enemigo para atacarnos, aseguró.
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