De acuerdo con el informe del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el mayor aumento (cuatro mil 787 millones de dólares) tuvo lugar durante la primera mitad del año, en la administración de Laurentino Cortizo.

Los otros dos mil 53 millones de dólares correspondientes a la gestión de José Raúl Mulino fueron colocados en su mayoría en el mercado local y proveniente de financiamientos bancarios, como el firmado con la empresa JP Morgan por mil millones de dólares.

El saldo de la deuda total al mes de diciembre representó el 61,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, porcentaje que subió desde el 56,4 por ciento de 2024.

La relación deuda/PIB es un indicador clave utilizado por inversionistas, entidades bancarias y calificadoras de riesgo para evaluar el panorama financiero del país istmeño.

La empresa Fitch, que el año pasado redujo el grado de inversión de la nación canalera, por ejemplo, proyectó que la deuda pública aumentaría al 63,5 por ciento del PIB a fines de 2024, desde el 56 por ciento en 2023, y estimó que esta seguiría en una trayectoria ascendente en los años siguientes.

En el plan estratégico 2025-2029, el Ejecutivo prevé que este año la deuda alcanzará los 57 mil 441 millones de dólares (62 por ciento del PIB), cifra que seguirá incrementándose hasta los 65 mil 975 millones de dólares para finales de la década.

Sin embargo, para 2029 la actual administración espera que la relación deuda/PIB disminuya al 56 por ciento, gracias a mayores ingresos tributarios y un control más riguroso del gasto.

Para lograr estos objetivos, el Gobierno implementará cambios en el programa de Creadores de Mercado, basados en una revisión realizada con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.

Además planea incrementar las subastas y el monto de las Letras y Notas del Tesoro, como parte de su estrategia financiera para el actual quinquenio.

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