El jefe de la diplomacia dijo en rueda de prensa que este es un principio en las relaciones internacionales y una premisa esencial para el vínculo bilateral.

«Ningún país puede pretender, por un lado, reprimir y contener a China, y por otro, desarrollar una buena relación con ella», declaró.

Añadió que este tipo de comportamiento «no solo perjudica la estabilidad de las relaciones bilaterales, sino que también imposibilita la construcción de confianza mutua».

El canciller destacó que, como el mayor país en desarrollo y la principal potencia desarrollada, China y Estados Unidos tienen la responsabilidad de coexistir pacíficamente en el planeta.

Wang Yi señaló que ambos países poseen intereses comunes amplios y un vasto espacio de cooperación, lo que les permite ser socios para lograr prosperidad conjunta.

Sobre el futuro de las relaciones bilaterales, el canciller indicó que Beijing promoverá el desarrollo estable, saludable y sostenible de los lazos con Washington desde los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa para las dos partes.

Al mismo tiempo, expresó su esperanza de que Estados Unidos «vea el desarrollo de China de manera objetiva y racional».

En otro momento de la conferencia, cuestionó los resultados de la guerra comercial iniciada por Washington y señaló que los aranceles impuestos no redujeron el déficit comercial estadounidense ni mejoraron la competitividad manufacturera en el pasado.

«Cuando las acciones no logran los resultados deseados, uno debe reflexionar sobre sí mismo», afirmó, al tiempo que enfatizó que la relación económica entre ambos países es mutua y recíproca.

De acuerdo con el titular, la cooperación genera beneficios compartidos, pero la presión unilateral solo encontrará una firme respuesta de China.

Respecto al fentanilo, el canciller chino destacó que su país mantiene una política antidrogas estricta y fue el primero en incluir todas las sustancias relacionadas en su lista de control, a petición de Estados Unidos en 2019.

Sin embargo, subrayó que el abuso de esta droga en territorio norteamericano «es un problema que corresponde resolver a Estados Unidos».

Wang criticó que, pese a la asistencia humanitaria ofrecida por China, Washington responda con medidas como aranceles adicionales, lo cual calificó como «una actitud irresponsable que no corresponde a un país grande».

La conferencia del ministro ocurrió en el marco de las sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional (Legislativo) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, máximo órgano asesor.

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