Paraíso de la gastronomía (+Foto)

San Salvador, 26 abr (Prensa Latina) Además de la pupusa, su plato nacional, El Salvador posee una variada gastronomía, extendida por todo el territorio del pequeño país centroamericano.

Grandes ciudades, pueblos y carreteras muestran a cada paso restaurantes, pequeños puestos y hasta vehículos adaptados que ofrecen al transeúnte diversas comidas.

Los expertos aseguran que la cultura de una nación puede ser descrita por medio de sus platillos tradicionales, que en temporada de Semana Santa afloran aquí por doquier, emergiendo la gastronomía como una de las principales fuentes de empleo.

Cada región del llamado “Pulgarcito de América”, un terruño que recibe cerca de cuatro millones de visitantes cada año, cuenta con sabores y técnicas de cocina especiales que atraen a los turistas, reseña un cronista en el diario La Prensa Gráfica.

En este país de apenas 21 000 kilómetros cuadrados, son frecuentes los festivales gastronómicos para celebrar un producto identitario de cierta localidad.

Desde la sopa de gallina india y la yuca (sancochada o frita), hasta los mariscos de La Libertad —donde destacan cócteles, pescado frito y mariscadas— o las pupusas de Olocuilta, tanto viajeros como locales encuentran delicias en cada esquina.

Asimismo, los amantes de los embutidos deben visitar al menos una vez el distrito de Cojutepeque, en Cuscatlán Sur, famoso por sus chorizos, butifarras, longanizas y salchichones.

¿Y qué decir de los panes de San Miguel, en el oriente salvadoreño? Este bocadillo consiste en un pan relleno con gallina, pepino, tomate, rábano, y escabeche, bañado en una exquisita salsa de tomate y coronado con un huevo duro entero.

En este recorrido gastronómico, no puede faltar tampoco la pupusa de curil, un molusco bivalvo —más grande que una almeja—, que habita en esteros y manglares, y que se emplea como ingrediente estrella en otras comidas como tamales, lasañas e incluso pizzas.

Para experimentar esta explosión de sabores, lugares como el Paseo del Carmen, en Santa Tecla, constituyen una parada obligatoria. Allí, los platillos nacionales compiten con otros como los preparados cubanos de “ropa vieja”, en el restaurante Oshún, o comidas indias, sin contar los populares tacos y platos mexicanos, todo lo cual pone en evidencia a El Salvador como un auténtico paraíso culinario.

(Tomado de Orbe)

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