El ataque fue un intento de tomar el campamento Aracoto, de la Compañía Minera Caravelí, ubicado en el distrito de Tayabamba de Pataz, provincia andina de la región de La Libertad, y se produjo cuando los mineros, acompañados por los dos policías, ingresaban a la planta procesadora de la empresa.
Seis de los heridos tuvieron que ser evacuados en helicóptero a la ciudad de Trujillo, capital de la Libertad, e ingresados en un hospital que atiende casos de alta complejidad, según informó la agencia estatal de noticias Andina; y señaló que uno de ellos tiene una herida abierta en la cabeza.
La emboscada fue precedida la semana pasada por el secuestro por mineros ilegales y criminales a su servicio, según visión oficial, que tomaron una zona en la que mineros artesanales extraían oro en un área concedida por contrato por la mayor empresa de la provincia, La Poderosa.
Ambas acciones ilegales violaron el estado de emergemcia vigente en la provincia, en virtud del cual el Gobierno envió a controlar la situación a fuertes contingentes militares y policiales. La empresa La Poderosa lamentó también que, pese a ese despliegue, los mineros ilegales mantienen en su poder varias zonas auríferas de la compañía, tomadas hace meses.
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