El grupo fundado en 1982 por inmigrantes que llegaron desde Haití durante la primera mitad del siglo XX, está integrado hoy por 22 miembros, entre cantantes, músicos y bailarines, cuya misión es mantener las tradiciones culturales de sus antepasados, comentó a Prensa Latina, su director, Felipe Nicanor.

Apuntó que los actuales integrantes del conjunto son descendientes de primera, segunda y tercera generación, quienes continúan el legado de su creadora Eva Gaspar, inmigrante haitiana que llegó a Cuba cuando apenas era una niña y dedicó parte de su vida a salvaguardar las costumbres de su país natal, apuntó.

En homenaje a ella en Ciego de Ávila, cada mes de marzo celebran el Festival Nacional Afro-caribeño Eva Gaspar in memoriam, que tiene como anfitrión a Naggó, y al que asisten grupos folclóricos de todo el país dedicados a exaltar la cultura haitiana, resaltó Nicanor.

Señalo que radican en el barrio Los Mangos, en Sabicú, municipio avileño Primero de Enero, donde se encuentra una de las mayores comunidades de haitianos en Cuba y lugar que aún conservan el idioma creole, las comidas típicas, la repostería, los cantos religiosos, los bailes y la música.

Los habitantes de dicho batey también organizan festividades religiosas y culturales y el 15 de Octubre celebran la fiesta de Santa Teresa, que sincretiza en el panteón yorubá como Oyá, reina del cementerio y preparaban altares, platos exquisitos, artesanía y suenan los tambores durante toda la noche.

Manifestó que para mantener activo a Naggó, preparan desde edades tempranas a las nuevas generaciones con técnicas y metodologías de bailes, como el ibó, el gagá y el vodú y los integran al grupo infantil Hijos del Monte, compuesto por 25 infantes, nombre que recuerda a Haití, país de grandes montañas.

Desde hace varios años la agrupación folclórica avileña participa en el Festival del Caribe, en Santiago de Cuba y en otros eventos convocados en la provincia y otros territorios cubanos relacionados con la cultura Afro-caribeña.

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