Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en 2025 alrededor de 45 millones de menores de edad de esa región necesitarán ayuda humanitaria, lo que supone un aumento del 41 por ciento desde 2020.
Dicho organismo expresó su preocupación y advirtió que el déficit de financiamiento está afectando la implementación de programas vitales como los relacionados con el tratamiento de la desnutrición grave, la producción de agua potable y la vacunación contra enfermedades mortales.
Resulta alarmante que 110 millones de niños de esos territorios vivan en países afectados por la guerra, con hogares, escuelas e instalaciones sanitarias dañadas o destruidas en los combates, señala un informe de ese ente.
En declaraciones recientes, el director regional de Unicef, Edouard Beigbeder, indicó que, “a medida que empeora la situación de la infancia en el área, los recursos para responder son cada vez más escasos”.
«Hay que poner fin a los conflictos. La defensa internacional para resolver estas crisis debe intensificarse y el apoyo a los niños vulnerables debe aumentar, no disminuir», aseveró.
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