“Se me asa la cara de vergüenza”, expresó sobre su impresión al ver publicado ese documento el exmiembro de la redacción del local Semanario Universidad y excorresponsal (década de 1970) de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
“Rafa Ugalde” (1949), como lo conocen bien en los medios locales ratificó en declaraciones a Prensa Latina en el país centroamericano su posición contraria al documento, expresada en un artículo suyo en la página web local llamada La República.
“Comienzo aclarando que tuve dos opciones frente a la lectura de la moción aprobada por la Asamblea Legislativa, contra el pueblo cubano, pues para nadie es un secreto que la está pasando mal, por un feroz bloqueo financiero y comercial, recrudecido por la nazifascista administración Trump”.
“O guardaba silencio cómplice y cobarde -me dije- como lo están haciendo hasta ahora partidos políticos, centrales sindicales, movimientos populares, intelectuales y profesionales, en otra hora incondicionales defensores de los pueblos y sus causas justas.
“O levanto la voz contra los cómplices y cobardes, que, con su significativo silencio, atacan a Cuba y a los pueblos del mundo, junto a quienes luchan por su libertad e independencia”.
Ugalde ratificó a Prensa Latina las críticas de su artículo contra instancias que constituyen “punto de coincidencia de sionistas, defensores de los mata-niños en Gaza, de grandes exponentes del chovinismo, al mejor estilo nazi, así como del moderno fascismo repartido estratégicamente a lo largo de Nuestra America.
Según el veterano periodista, “el imperialismo yanqui -no vengan a decirme quiénes guardan silencio cómplice, que eso ya cambió- cobra a la Revolución y a su pueblo su rebeldía de no ponerse de rodillas ni implorar clemencia”.
“Por eso –asegura- acude al trillado negocio de los Derechos Humanos, los presos políticos, el terrorismo, la democracia, ‘bla bla’…
“Si, son los derechos humanos revestidos de cinismo puro, que les permite cazar negros, blancos, chinos, mujeres, niños, como en la época de la esclavitud: encadenar manos y pies de estos seres humanos y luego registrarlos como criminales, cuando esos supuestos criminales lo único que hicieron fue llegar a Estados Unidos por un ‘sueño americano».
“Apoyar la moción contra la Revolución –asevera Ugalde- lo invita a usted a que se coma el cuento del ‘sueño americano’ y ayude a poner grilletes a la gente más humilde. No es, por tanto, humillante ni violatorio a los Derechos Humanos.
“La aberrante moción, entre otras cosas, habla de presos políticos en Cuba, pero por un asunto de decencia y ética mínima debieron de exigir a quien o quienes les enviaron redactada la iniciativa legislativa para su firma, al menos un par de nombres de esos ‘pobres presos políticos’, a fin de evitar una «pelada» y un ridículo mayor.
De acuerdo con el periodista costarricense, “no llevan razón política ni jurídicamente hablando, cuando plantean el tema electoral para Cuba dentro del llamado marco de «elecciones democráticas» y carencia de partidos, al mejor estilo de la democracia.
“¿Acaso esta gente desconoce que en Cuba hay elecciones periódicas y que los candidatos a los distintos puestos son escogidos en representación de los distintos sectores sociales, pueden ser revocados de sus puestos si salen inútiles, corruptos o con algún grado de imbecibilidad política?.
“Esta democracia -hay otros tipos en el mundo- no tiene que ser exclusiva ni tampoco única del sistema cubano o suizo, entre otros, excepto que se renuncie al derecho de organización política que cada país tiene y escojamos la injerencia en los asuntos internos de otras naciones como forma vulgar, chambona, descarada y sin reservas de hacer politiquería de borracho”, sentenció.
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