El primero en tirarse a la piscina será el galo, tetracampeón olímpico de París 2024, quien nadará aquí por su primer título en el torneo en los 200 combinados, prueba en la que ayer en la semifinal pulverizó con un minuto 52 segundos y 69 centésimas el récord del mundo, que databa de 2011, en poder del estadounidense Ryan Lochte con 1:54.00.

Marchand optó por solo competir en Singapur en los eventos combinados, decisión atribuida por sus entrenadores a tratarse de una temporada pos-olímpica.

En la final de los 200 estilos, el francés es amplio favorito a conseguir su sexta medalla de oro en campeonatos mundiales.

Apenas unos minutos después, el fenómeno McIntosh centrará la atención en los 200 mariposa, en los que buscará su tercera corona, tras las alcanzadas en los 400 libres y los 200 combinados.

Su objetivo en Singapur es ganar cinco preseas doradas individuales, también en 400 estilos y 800 libres, resultados que igualarían la hazaña del galáctico Michel Phelps, quien en Melbourne 2007 se convirtió en el primero en conquistar cinco oros personales en un mismo mundial.

McIntosh tendrá una dura rival en la estadounidense Regan Smith, reeditando el duelo bajo los cinco aros del año pasado, en el que se impuso la ondina del país de la hoja de arce, tricampeona en esos juegos.

Smith tendrá esta noche otra oportunidad de subir a lo más alto del podio, en los 50 espalda.

También muy esperada es la final de los 100 libres para hombres, en los que la víspera el estadounidense Jack Alexy estableció, con 46.81, récord para su país y la tercera mejor marca de la historia; pero, tendrá que vencer a estelares como el rumano David Popovici, monarca ya aquí en los 200, y al ilustre veterano australiano Kyle Chalmers, sin olvidar al prometedor ruso Yegor Kornev.

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