En su misiva semanal, el mandatario subrayó como la historia de Sudáfrica demuestra que, en los momentos claves, las mujeres han estado al frente de las luchas por la libertad y la justicia.
Por ello, consideró “natural y necesario” que asuman un papel protagónico en esta nueva etapa de debate sobre el futuro del país, comenzando por la cita que contará con la participación de 200 organizaciones procedentes de 33 sectores del país.
Ramaphosa recordó que las mujeres constituyen más de la mitad de la población nacional y que toda crisis —desde el desempleo y la delincuencia hasta el cambio climático— las afecta de manera igual o incluso más aguda que a los hombres.
“Las mujeres están vinculadas al destino de la nación, y su representación debe ser plena en todas las estructuras de apoyo y orientación del proceso”, afirmó.
El jefe de Estado insistió en que la inclusión debe abarcar a mujeres de todos los orígenes: jóvenes y mayores, residentes en áreas urbanas y rurales, con diversas lenguas y culturas, con discapacidades y de comunidades LGBTQI+.
El Presidente señaló, además, el importante hecho de que los desafíos de las mujeres de zonas rurales o comunidades tradicionales difieren de los de aquellas con acceso a educación, recursos y servicios públicos.
En ese sentido, evocó las conclusiones del Pre-Diálogo Nacional de Mujeres 2024, convocado por el Instituto de Justicia y Reconciliación, que planteó la necesidad de reflejar en el debate nacional la diversidad de perspectivas femeninas.
La convocatoria coincide con el Mes –nacional- de la Mujer, instituido en homenaje a la histórica marcha del 9 de agosto de 1956, cuando unas 20 mil mujeres, lideradas por Lilian Ngoyi, Helen Joseph, Albertina Sisulu y Sophia Williams-De Bruyn, protestaron ante la sede del Gobierno contra las leyes de pases impuestas por el régimen del apartheid.
Ramaphosa resaltó también en su carta el papel de la Federación de Mujeres Sudafricanas, fundada en 1954, y de la Coalición Nacional de Mujeres de 1992, cuyos aportes fueron decisivos para que la igualdad de género quedara consagrada en la Constitución democrática del país. Desde las luchas contra las leyes segregacionistas, las manifestaciones contra el cierre de cantinas en 1959 y los boicots de alquileres en los años 80, hasta las actuales protestas contra la violencia de género, “las mujeres han demostrado su fuerza y capacidad de organización”, escribió el Presidente.
“Con la primera Convención Nacional programada en el Mes de la Mujer, este es el momento de asegurar la participación de todas en el Diálogo Nacional. Sería el homenaje más poderoso a las pioneras de 1956”, concluyó.
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