En su intervención, en la Universidad de Sudáfrica (Unisa), Ramaphosa enfatizó que el foro no tiene carácter partidista y abre las puertas a todas las voces, sin importar su tamaño o procedencia.
“Nos reunimos como sudafricanos, hijos e hijas de una misma tierra, compartiendo un pasado de división y desigualdad, pero también el firme compromiso de labrar juntos un futuro más justo e inclusivo”, destacó.
El mandatario enfatizó que la crisis sudafricana trasciende las cifras de pobreza o desempleo y abarca la pérdida de confianza institucional, la persistencia de desigualdades raciales, de género y sociales, y la ausencia de oportunidades para grandes franjas de la población.
En consecuencia, invitó a afrontar sin temor preguntas incómodas sobre discriminación, equidad salarial, acceso a servicios básicos y seguridad ciudadana, subrayando la necesidad de abordar tanto las causas como las soluciones desde la base misma de la sociedad.
El Diálogo Nacional −que se desplegará durante los próximos ocho meses en escuelas, centros comunitarios, lugares de culto, medios de comunicación y plataformas digitales− busca fomentar “un millón de conversaciones” directas, honestas y plurales sobre los grandes retos nacionales, recordó el Presidente.
El objetivo, subrayó Ramaphosa, es avanzar hacia un gran pacto social capaz de definir el papel y la responsabilidad de cada sector en el desarrollo del país.
El mandatario sudafricano resaltó asimismo el papel activo de la sociedad civil y agradeció la labor de destacadas personalidades nacionales desde el ámbito judicial, académico, deportivo y empresarial, designadas como garantes y referentes éticos del proceso.
La iniciativa, respaldada por experimentados luchadores sociales y fundaciones dedicadas a la transformación democrática, aspira a generar una hoja de ruta para la estabilidad política, la renovación económica, la cohesión social y la construcción de un Estado eficiente y ético.
Ramaphosa concluyó con un llamado a todos los sudafricanos a participar, escuchar con humildad, debatir con valentía y avanzar unidos hacia un porvenir seguro y común, guiados por el espíritu del Ubuntu y el principio cardinal de que “el pueblo gobernará”.
En el acto inaugural participaron más de un millar de delegados provenientes de más de 200 organizaciones sociales, sindicales, empresariales, académicas, religiosas y de comunidades rurales y urbanas.
En el salón de la Unisa estaban presentes trabajadores industriales, campesinos, líderes tradicionales, emprendedores, artistas, deportistas y ciudadanos que han sido víctimas o testigos de distintas formas de violencia −en suma, la diversidad de la nación.
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