Los registros de la Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo de la cartera, de inicios de enero hasta el pasado 23 de agosto, notificaron 271 casos dudosos de la enfermedad prevenible por vacunación, detalló el medio.

El 70 por ciento de los departamentos (22) del país reporta presencia de la bacteria, con mayor incidencia en esta capital, Izabal, Quiché, Chiquimula, Jutiapa y Quetzaltenango, donde se produjeron brotes comunitarios, subrayó la especialista del organismo Erika Gaitán.

La epidemióloga encargada de la vigilancia de este tipo de contagios prevenibles acotó que de los casos confirmados en menores de cinco años, solo el 40 por ciento tenía algún antecedente vacunal.

“Si el esquema no está completo, la protección no es efectiva”, puntualizó la doctora, quien expuso que varios de los diagnósticos constataron la ausencia de pentavalente y refuerzos de la DPT (difteria, tétanos y tos ferina), aplicados a los 18 meses y a los cuatro años.

Precisó sobre contagios en el 14 por ciento de personas entre 10 y 19 años, un nueve por ciento en población de 20 a 39, y alrededor del ocho por ciento en mayores de 40, incluido un paciente de 65.

Explicó que llamó la atención el caso de un médico del hospital Roosevelt, una de los más grandes de la nación. Pero, enfatizó, no es el único, antes se dieron otros positivos pediátricos.

Ese centro suspendió las visitas el pasado miércoles en el Servicio de Medicina Interna como parte de sus medidas epidemiológicas, pero la víspera levantó el aislamiento, de acuerdo con el periódico local La Hora.

El aumento en la positividad de sospechosos llevó a que el Mspas emitiera una alerta epidemiológica el 14 de febrero último, luego de tres años sin casos reportados en el país.

Para el 1 de marzo destacaron 14 sospechosos, de los cuales siete resultaron positivos, principalmente en Pastores (Sacatepéquez) y el área central.

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