“Acordamos un plan de acción muy importante que esperemos dé resultados muy pronto en términos de nuestra relación bilateral, pero también de la relación que tenemos como países de América del Norte con el tratado comercial”, expresó la dignataria en rueda de prensa.
Luego de una reunión con el mandatario, otra entre los equipos de ambos y una tercera con empresarios de los dos países, Sheinbaum consideró que la iniciativa permitirá coordinar de manera más amplia y estructurada los esfuerzos en distintos ámbitos de los nexos bilaterales.
“Abre una nueva etapa en la que fortalecemos aún más los vínculos económicos, sociales y culturales que nos unen”, apuntó la jefa del Ejecutivo, al señalar que su nación quiere avanzar con Canadá hacia una relación aún más dinámica y equilibrada con nuevas oportunidades.
En ese sentido, comentó que dialogaron sobre el mantenimiento del acuerdo para que trabajadores mexicanos laboren en los campos de aquella nación norteamericana; el compromiso con la cooperación educativa, cultural y científica, y una colaboración estrecha en seguridad.
Por su parte, Carney destacó el inicio de una nueva era de cooperación elevada con esta alianza estratégica, anclada en cuatro pilares: la prosperidad, la seguridad, la inclusión y la sostenibilidad.
“Esta es nuestra huella para construir de manera conjunta. Para la prosperidad vamos a dar prioridad a los puertos y las vías ferroviarias, así como los corredores. Vamos a abrir nuevas oportunidades para la inversión comercial, desde la energía hasta la agricultura”, ejemplificó.
Sostuvo que cooperarán, además, por un medio ambiente laboral fuerte y que tenga en cuenta la seguridad de los trabajadores, así como en el área de la sanidad con el objetivo de estar listos para hacer frente a cualquier pandemia u otra situación.
En otro momento de su intervención, Sheinbaum se mostró convencida de que el plan de acción fortalece el T-MEC y se traducirá muy pronto en beneficios directos para las sociedades, más oportunidades de inversión, empleos de calidad, innovación, justicia social y prosperidad.
La jefa del Ejecutivo refirió como el primer acuerdo entre ella y Carney el robustecimiento del tratado entre los tres países de Norteamérica, en medio de la incertidumbre generada a nivel global por Estados Unidos, que impuso aranceles a sus vecinos y otras naciones.
A su juicio, el tratado –a revisarse el próximo año- no solo ha incrementado el comercio y las oportunidades de inversión, sino que ha generado empleos mejor remunerados, cadenas de suministro más sólidas y mercados más competitivos.
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