El Subdirector de Investigaciones Científicas del Ciba, Javier González, destacó entre las acciones la ejecución de importantes obras hidráulicas y la instalación de equipos automáticos para el control de las aguas superficiales y subterráneas.

Agregó que con esos instrumentos también pueden medir los volúmenes de las precipitaciones, lo cual permitirá la toma de decisiones dirigidas a proteger los acuíferos y planificar el consumo de agua para las actividades económicas y sociales.

Declarado sitio Ramsar desde el 2002, el Gran Humedal Norte de Ciego de Ávila, con 226 mil 875 hectáreas en cinco municipios de la provincia, está registrado como Área Protegida de Recursos Manejados, y se destaca por su biodiversidad con altos valores de la avifauna, ictiofauna y la flora endémica, señaló.

Manifestó que en los últimos años ese gigantesco ecosistema se ha convertido en el centro de varias indagaciones encaminadas a evaluar los impactos del cambio climático que posibilitan establecer pronósticos sobre el comportamiento de los escenarios futuros en el área, lo que facilita la adopción de medidas para proteger sus recursos naturales.

Asimismo, evalúan los efectos negativos derivados de los eventos hidrometeorológicos extremos como sequías, intensas lluvias y fuertes vientos, los perjuicios derivados de la salinidad y el aumento del nivel del mar.

Las acciones están dirigidas a promover un manejo sostenible de la zona, lo que favorecerá las producciones de bienes y servicios asociadas a la acuicultura, el turismo y la agricultura, y, por ende, la elevación de la calidad de vida de las comunidades enclavadas en el área, precisó.

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