Los cambios en varias carteras, realizados por el Presidente Salva Kiir, se vinculan por analistas políticos con las tensiones que vive el país, tras la detención e imputación por supuestos crímenes contra la humanidad del vicepresidente y antiguo líder rebelde, Riek Machar.

Al frente de las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur, fue restituido en el cargo, Paul Ngang Majok, quien fue cesado en julio, según ha recogido la cadena de televisión pública sursudanesa, SSBC.

También se realizaron cambios en las carteras de Transportes, Fauna Salvaje y Asuntos de la Comunidad Africana Oriental.

Mientras, Machar, líder del opositor Movimiento de Libertad del Pueblo de Sudán-En Oposición (Splm-IO), es juzgado por supuestos cargos de asesinato, traición, conspiración, financiación del terrorismo, actos contra las autoridades estatales y crímenes contra la humanidad.

El ex jefe rebelde, junto a otros miembros de su Partido que ocupaban cargos en el Gobierno, entre ellos el ministro de Petróleo, están supuestamente implicados en los combates que estallaron a principios de este año entre las fuerzas armadas y el denominado Ejército Blanco, en Nasir, en el estado de Alto Nilo.

La defensa de Machars argumentó que el tribunal que lo juzga era incompetente y por lo tanto carece de jurisdicción sobre el asunto y afirmó que el ex líder rebelde está protegido de tales acusaciones, ya que forma parte de los firmantes del acuerdo de paz de 2018 que puso fin a una guerra civil que se cobró la vida de al menos 400 mil personas.

Tanto Machar como el presidente Salva Kiir pertenecen a las dos distintas etnias consideradas como las más importantes del país. Kiir es oriundo de los dinka, el grupo étnico más grande, mientras que Marchar proviene del Nuer, el segundo más grande, destacan analistas polílicos.

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