El lema resume la demanda de amplios sectores que exigen el relevo del recién designado presidente de transición, José Jerí, quien reemplazó a la destituida presidenta Dina Bokuarte el 10 de octubre último y la disolución del Parlamento.
El descontento popular es contra lo que se considera la continuidad del esquema de gobierno controlado por el Congreso de mayoría conservadora.
Las marchas registraron una alta concurrencia de quienes desoyeron una campaña mediática que atribuía a la protesta fines e intereses ajenos a los de la novedosa Generación Z, que tomó la iniciativa de convocar las demostraciones.
Pese a esa campaña, otras organizaciones como la Confederación General de Trabajadores del Perú, el Bloque de de Estudiantes Universitarios, también convocaron a la marcha, junto a organizaciones sociales.
A la movilización acudieron mayormente jóvenes, pero hubo importante participación de adultos mayores, con banderas peruanas, carteles de repudio a Jerí y al Congreso, y que antes del anochecer convergieron desde distintos puntos de la ciudad en la céntrica plaza San Martín.
Cuando tres cuadras después llegaron a la avenida en la que se encuentra el Congreso, un alto oficial de la Policía Nacional se acercó a la vanguardia, saludó y dijo que se les permitiría llegar al frente del Palacio Legislativo, espacio vedado para protestas, en vista de que la marcha se veía pacífica.
De pronto, un marchista intentó echar abajo por la fuerza las vallas desmontables que impedían acercarse al Parlamento y otro, encapuchado, prendió fuego a un cartel en el que se leía “Constiución de 1993” (neoliberal), se produjo un pequeño incendio y la policía dispersó con gas lacrimógeno a la marcha.
Un grupo menor siguió confrontando a la Policía lanzando piedras que lesionaron a varios uniformados.
En el interior, las protestas se realizaron en las ciudades andinas de Arequipa, Cusco, Ayacucho, Juliaca, Huancayo, Abancay, Huancavelica y Cajamarca, entre otras.
También hubo marchas con el mismo mensaje antigubernamental en las ciudades costeras de Trujillo, Piura y Chiclayo y en la principal de la Amazonía, Iquitos.
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