Por Jorge Petinaud Martínez

Corresponsal jefe en Bolivia

“Estamos muy contentos porque como cada año, nos estamos sumando a la Muestra, que ya es una tradición aquí, pues cada país trae algo nuevo y representativo de su cultura y del continente”, afirmó en entrevista concedida a Prensa latina el embajador mexicano, Eduardo Sosa Cueva.

Dijo el diplomático a esta agencia de noticias que México este año presenta Pedro Páramo, obra culminante de Juan Rulfo en la literatura hispanoamericana y mundial.

“Se trata de un referente del realismo mágico, corriente literaria que da mucha identidad a las letras de la región, fuente en la cual los realizadores se han inspirado para trasladar nuestros grandes patrimonios literarios al cine, como una vía de seguir promoviendo estos aportes artísticos”, explicó la autoridad.

Informó que, dentro de esta corriente, el año pasado el creador mexicano Rodrigo Prieto hizo la adaptación, desde su visión, de Pedro Páramo, para llevarlo a la pantalla grande.

“La Cancillería mexicana con el afán de promover esa riqueza cultural estableció un convenio de difusión con las plataformas de streaming, que son las que tienen los derechos -subrayó Sosa-, y sobre esa base las embajadas podemos hacer difusión cultural con estos productos comunicativos en los cines”.

Destacó el embajador que resulta especial ver ese mundo mágico de Rulfo en una gran pantalla de cine y en el ambiente de una sala oscura, por lo cual calificó esta ocasión como un gran momento para el público boliviano.

“En tal sentido, esa es la propuesta que México trae a la XXI Muestra de Cine Latinoamericano y Caribeño”.

Añadió que el mundo mágico de Rulfo con muertos, fantasías que no terminan en lo terrenal, coincide con los prolegómanos de una fecha muy importante para México y Bolivia, que es el Día de Muertos.

“Se ha convertido esta fecha en una de las referencias de la cultura mexicana mesoamericana -comentó Sosa-, con muchas expresiones de gran riqueza cultural y patrimonial, reconocidas incluso por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)”.

“Por lo tanto, el Día de Muertos declarado desde 2008 Patrimonio Cultural de la Humanidad cada día reclama más a las embajadas promoverlo, y hacerlo se ha convertido en una fiesta no solo de México sino de las sociedades en general”, agregó.

Informó el embajador que Bolivia este año no quedará al margen, pues en torno a este acontecimiento tendrá lugar un programa en el que ya se trabaja.

“Nuestra actividad central será el 1 de noviembre, sábado, a las 11:00 hora de Bolivia con entrada gratuita para el público en este magnífico lugar que es la Casa Museo Inés Córdoba-Gil Imaná, en el céntrico barrio paceño de Sopocachi”, anunció.

Consideró idóneo ese lugar porque la construcción de esta casa es similar a las típicas de México, donde cada familia hace su altar.

“O sea, trasladaremos un pedacito de México a esta festividad y haremos la expresión del Altar de Muertos, el corazón de lo que hacemos en esta fecha los mexicanos”, describió.

Resaltó el embajador que, de manera coincidente con la idiosincrasia boliviana, esta celebración constituirá un diálogo con la Mesa de Todos Santos.

“Estanos muy contentos de que esta jornada de festividad la iniciemos este jueves con la presentación de la película Pedro Páramo en la Cinemateca, un referente de la cultura de nuestro país, para después continuar con otras iniciativas en universidades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, y culminar con todo el que quiera venir a apreciar nuestra idiosincrasia sincrética boliviana y mexicana en un diálogo muy bonito en la Casa Museo Inés Córdoba-Gil Imaná”, concluyó el embajador.

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