Según el parte del ente castrense publicado este domingo en su canal oficial de Telegram, en la región de Briansk fueron derribados 30 vehículos aéreos no tripulados, otros 26 en la provincia de Tula (26); cuatro sobre Krasnodar, e igual número en Riazán; tres en Rostov; dos en Moscú; y uno sobre Kursk y en Lípetsk.
La cartera militar agregó que igualmente fueron abatidos siete drones sobre las aguas del mar Negro y cuatro sobre las de Azov.
Por su parte, la agencia nacional del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó de restricciones provisionales en la última jornada de vuelos en el aeropuerto de Krasnodar, con el objetivo de garantizar la seguridad de los pasajeros.
Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania, según el presidente, Vladimir Putin, para proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional.
Los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.
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