En un comunicado, la agrupación de izquierda denunció “las torturas físicas y psicológicas y la negligencia médica deliberada” contra los detenidos palestinos en esas instalaciones.
Tales acciones revelan una política sistemática de exterminio y liquidación dirigida contra nuestros compatriotas, afirmó.
Estimó que la continua retención de los cuerpos de los fallecidos y sus entierros en fosas numeradas constituyen un doble crimen y una flagrante violación de los valores humanos y de las disposiciones del derecho internacional.
“Estos crímenes sionistas son resultado directo de una tendencia oficial dentro del estamento gobernante de la entidad ocupante, que busca convertir las cárceles en campos de exterminio lento, bajo la supervisión política directa de figuras fascistas”, advirtió.
Al respecto, criticó recientes declaraciones del ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, quien reclamó pena de muerte para detenidos palestinos.
La pasada semana, el Club de Prisioneros Palestinos condenó la decisión de Israel de impedir la visita del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a miles de reclusos, una decisión que consideró una forma de encubrir sus crímenes.
La organización no gubernamental afirmó que la medida representa una nueva tapadera para el sistema penitenciario israelí con el fin de ocultar sus sistemáticas violaciones.
El ministro de Defensa, Israel Katz, firmó una orden que prohíbe las visitas de representantes del CICR porque afectaría “gravemente a la seguridad del Estado”.
En octubre, el Centro Palestino para la Defensa de los Prisioneros acusó a Israel de practicar terrorismo de Estado contra los detenidos en sus cárceles, ante lo cual llamó a la ONU a actuar contra esas violaciones.
La intimidación, las palizas y las humillaciones ocurren en secreto, y aunque se han filtrado esas vejaciones son mucho más severas de lo que conocemos, denunció Lina al-Tawil, directora de esa institución.
Poco antes, el Centro acusó al Servicio Penitenciario israelí (IPS) de intensificar los maltratos contra los detenidos y alertó que la nueva política se volvió sistemática.
Las unidades de represión del IPS aumentaron los allanamientos de las secciones y celdas de los presos, agrediéndolos brutalmente a diario bajo pretextos injustificados, denunció el organismo en un comunicado.
Al respecto, alertó sobre el uso de bombas de sonido, de gases lacrimógenos, porras y perros policía contra los reclusos.
Los prisioneros palestinos sufren hacinamiento, mala ventilación, poca alimentación y una deficiente cobertura de salud, reveló.
En los últimos meses, tanto el gobierno, como partidos y organizaciones no gubernamentales palestinas denunciaron el aumento de la represión en esas instalaciones desde el inicio del actual ciclo de violencia, en octubre de 2023.
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