La ceremonia se realizó en el Palacio de Gobierno, donde el jefe de Estado señaló que derrotar a la delincuencia requiere de la confianza entre entre todos los sectores para el logro de los objetivos planteados.
Dijo que la norma marca un punto de quiebre y cumple un compromiso con organizaciones de transportistas, un sector de los cuales asistió al acto, mientras otro, sobre todo de conductores de autobuses, anunció para mañana una huelga de 24 horas.
Jerí admitió que la nueva ley no es suficiente “pero hay una firme decisión y una determinación” del Gobierno , de cumplir su compromiso de lucha contra la delincuencia.
“No nos van a doblegar, cueste lo que cueste, en la lucha contra la delincuencia, y ustedes saben lo que es cueste lo que cueste; sabemos lo que hacen (los criminales), sabemos donde están y ahora viene el contraataque”, aseveró.
En la ceremonia estuvieron dirigentes de transportistas que mantienen un diálogo con el Gobierno, mientras otro sector, sobre todo de choferes de autobús, anunciaron una huelga de 24 horas para mañana, en demanda de mayor seguridad y pensión para las madres y los hijos de los conductores asesinados por sicarios.
Como parte del combate a la criminalidad organizada, mencionó la creación de la División de Investigación de Extorsiones, que atiende parte de la demanda de los transportistas, de crear una unidad de élite de policías, fiscales y jueces seleccionados.
Horas antes, en una reunión con dirigentes de agrupaciones empresariales, el presidente dijo que no se detendrá hasta derrotar a la delincuencia, una meta ambiciosa, teniendo en cuenta su vastedad y complejidad y el poco tiempo (menos de ocho meses) que le queda para terminar su gestión.
La prioridad asignada al tema por Jerí y el contraste de su desempeño comunicacional, juventud e intensa actividad, con la casi unánime impopularidad de su depuesta antecesora, Dina Boluarte, determinan una mayor aceptación con una aprobación de 45 por ciento.
Analistas de diversas posiciones señalan sin embargo que tal posición puede deteriorarse si no logra resultados importantes, más allá de su publicitada participación en operaciones policiales y registros de cárceles que lo muestran casi a diarios.
De otro lado, el hecho de que Jerí es sostenido por las mismas bancadas que fueron sostén de Boluarte y las pesquisas de la prensa sobre presuntos puntos negros en su trayectoria como parlamentario, tienden a intensificarse, cuando ingresa apenas a su cuarta semana en el sillón presidencial.
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