La delegación nacional, encabezada por el ministro de Bosques, Pesca y Medio Ambiente, Dion George, priorizará también la finalización del Objetivo Global de Adaptación mediante el Programa de Trabajo de Belém, y garantizar que el Fondo de Pérdidas y Daños beneficie a los más vulnerables.

En la ocasion, George afirmó que la cita debe generar resultados tangibles para la población y el planeta. “Cada decisión en Belém debe contar con un plan claro de ejecución, financiamiento y rendición de cuentas. Las comunidades que sufren la realidad diaria del cambio climático no pueden esperar más”, subrayó.

La COP30, que sesiona hasta el 21 de noviembre, reúne a líderes gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil en un contexto de temperaturas globales récord y fenómenos meteorológicos extremos.

Se espera que en el evento George copresida las negociaciones sobre adaptación junto a Jochen Flasbarth, Secretario de Estado alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo. “La adaptación consiste en construir resiliencia. Es la forma en que nos preparamos para las tormentas, sequías y mares crecientes que ya transforman nuestro mundo”, explicó.

Los debates buscarán consensuar un conjunto de indicadores globales para medir el progreso real en esta materia. “Debemos poder rastrear nuestro éxito y exigirnos responsabilidades. Sin resultados medibles no puede haber credibilidad”, advirtió el titular.

Aunque reconoció presiones sobre la cooperación global, reafirmó el compromiso de su país con el multilateralismo. “Ninguna nación puede enfrentar sola esta crisis. Juntos podemos hallar soluciones justas, prácticas y duraderas”, concluyó el ministro.

La conferencia también evaluará los avances en los compromisos financieros críticos asumidos en la COP29 y examinará las nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), en la carrera por mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados Celsius.

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