En el lugar, declarado Monumento Nacional en 1990 y único de su tipo en el país, las brigadas de restauración laboran en diferentes espacios de forma simultánea, aunque los principales esfuerzos aparecen en la reparación de vagones y la construcción de un muro para contener la fuerza de un río cercano.
De acuerdo a Lilian Laura Rodríguez, directora del museo, el apoyo de disímiles empresas del territorio, como Ferrocarriles de Cuba, el Instituto de Recursos Hidráulicos o la Dirección Provincial de Cultura, contribuye al abordaje integral de los principales problemas detectados.
Planeado por el importante arquitecto cubano José Delarra, el sitio recuerda el descarrilamiento y toma del tren blindado por las tropas del Che en diciembre de 1958 durante la Batalla de Santa Clara, una acción clave para garantizar el triunfo de la Revolución Cubana.
El convoy militar, cargado con soldados y armamento, estaba destinado a reforzar a las tropas de la tiranía que en ese momento libraban sus últimos combates contra el Ejército Rebelde liderado por Fidel Castro en el oriente cubano, pero las tropas del Che en Santa Clara impidieron ese plan.
De acuerdo a lo previsto ahora en el plan de restauración, los dos primeros vagones de aquel tren deben quedar listos para el 29 de diciembre, justo en el 67 aniversario de la gesta, mientras avanzan las labores en otras áreas.
El museo se mantiene abierto al público en medio de los trabajos para devolver a su estado original las jardineras, los adoquines y otros elementos del conjunto escultórico como columnas y pedestales.
jcm/ysd





