De acuerdo con las autoridades , la operación se realizó sin contratiempos y marca el inicio de la fase de acoplamiento prolongado de la nave como parte del complejo orbital Tiangong.
La nave Shenzhou-20 permanecerá en órbita para continuar con experimentos técnicos, tras posponerse su regreso el 5 de noviembre pasado por un posible impacto con un fragmento espacial microscópico.
La Oficina del Programa Espacial Tripulado de China indicó que, tras el incidente, el centro de mando activó de inmediato un protocolo de contingencia, movilizando en 20 días recursos humanos y técnicos para reevaluar riesgos, decidir una nueva estrategia de retorno, reasignar naves y preparar el lanzamiento de emergencia de Shenzhou-22.
La maniobra demostró la capacidad del programa chino para responder con rapidez y eficacia ante imprevistos, validando su estrategia de “una en vuelo, una en reserva” para misiones en la estación espacial.
Las autoridades aeroespaciales subrayaron que el éxito refleja las ventajas del sistema nacional de innovación y reafirma el principio rector del programa: “la vida primero, la seguridad ante todo”.
El incidente y su resolución exitosa ofrecen un caso de referencia internacional para la gestión de emergencias en misiones espaciales tripuladas.
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