De acuerdo con el Plan Regulador Metropolitano de Santiago, el lugar implica un peligro por eventuales inundaciones, deslizamiento de tierras, incendios y dificultades para el acceso de vehículos de emergencia o rescate.

Informes técnicos de la municipalidad y un dictamen del Cuerpo de Bomberos advirtieron que la continuidad de las viviendas en el sitio significa un riesgo vital latente para sus habitantes.

La operación se planificó luego de varias etapas de diálogo con la organización TECHO-Chile, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, dirigentes del campamento y la Delegación Presidencial Metropolitana.

Durante las acciones de este martes, que incluyen la demolición de las viviendas, habrá personal para acompañar a las familias en el cuidado de sus enseres e incluso será activado un protocolo para la reubicación de mascotas.

La municipalidad de la comuna indicó que entregarán un subsidio para arriendo por 12 meses, prorrogable por un período igual de tiempo y con cobertura en cualquier parte del país.

También habilitarán un servicio gratuito de transporte de bienes, apoyo en embalaje y, de ser necesario, de uso de bodegas.

Bajo esas condiciones ya fueron reubicadas más de 60 familias de ese sector.

Según el Censo 2024, Chile tiene un déficit habitacional de aproximadamente 491 mil 804 viviendas nuevas y a ello se suman 120 mil 484 hogares en mil 428 campamentos en todo el país, muchos de ellos con condiciones precarias.

Además, hay una cantidad considerable de casas que requieren reparaciones urgentes para garantizar la seguridad de los moradores.

Por otra parte, en determinadas áreas de esta capital, como la Comuna de Estación Central, hay edificios donde viven hacinadas numerosas personas en cada apartamento, conocidos aquí como guetos verticales.

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