El pronunciamiento denuncia el bloqueo económico, la presión política permanente y la apropiación de recursos venezolanos, incluido el secuestro de un buque petrolero con crudo de la nación bolivariana, acciones que vulneran el derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos.

“Lo que está en juego no es solo Venezuela. Está en juego la soberanía latinoamericana”, subraya el texto, que llama a rechazar la lógica de la hegemonía y la imposición de un modelo único de democracia en la región.

Los firmantes defienden el derecho del pueblo de Venezuela a decidir su destino sin injerencias externas y subrayan la unidad latinoamericana como un principio político y ético, ligado a la justicia social y al control soberano de los bienes comunes.

“Cuando se ataca a un país por decidir su propio camino, se ataca el principio de autodeterminación de los pueblos. Cuando se confiscan sus recursos, se vulnera el derecho internacional. Cuando un Estado se erige como juez del mundo, se erosiona la convivencia entre naciones y se normaliza el autoritarismo global”, señala el documento.

El manifiesto convoca a la reflexión y al pronunciamiento público de la sociedad y de la comunidad internacional, al considerar que “defender a Venezuela es defender el derecho de todos los pueblos a existir con dignidad”.

Entre quienes suscriben el pronunciamiento figuran escritores, artistas, académicos, y exautoridades ecuatorianas, entre ellos los ex vicecancilleres Kinto Lucas y Fernando Yepez Lasso, el artista de la plástica Pavel Egüez, y el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Fernando Cerón.

Además, están los escritores Alejandro Moreano, Abdón Ubidia, y Felipe Vega de la Cuadra; la coreógrafa y bailarina María Luisa González; el docente universitario y comunicador social Hernán Reyes; el líder indígena Ricardo Ulcuango; el legislador Héctor Rodríguez, entre otros.

Ellos afirman que la solidaridad “no es consigna, sino responsabilidad histórica”, y llaman a alzar la voz desde Ecuador en defensa de América Latina y la soberanía de los pueblos.

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