Indicó que tal origen “nos abre el corazón” en un mundo que aun hoy tiende a encerrarse en sí mismo y en no abrirse a las necesudades de los demás ni pensar que “la fe crstiana es una fe siempre comprometida con aquellos que más sufren, que más necesitan”.
Agregó que Dios “nos interpela, nos llama y nos interpela y nos acompaña”, sin recriminación ni amenazas, “ a los últimos del mundo que son los que nos dicen “abre la mano, comprende y acompaña a la humanidad en su sufrimiento”.
El dignatario eclesiástico advirtió por otra parte que “El caos que puede venir a conscuencia de egoísmo se está formando agresivamente y nosotros no estamos para que, en medio de la tiniebla del caos pueda ver una luz”.
Recordó que esa luz divina proyectada por el sacrificio de Cristo, convoca a “compartir lo que tenemos y generar un mundo nuevo”.
Castillo llamó también a unirse a la carte del papa León XIV que leerá el primero de enero del papa León XIV: “la paz como desarmada y desarmante; la paz que no se consigue con la pelea, que se hace con la vocación de hacernos uno”.
ro/mrs
