Al clausurar el Seminario Regional del Caribe del Comité de Política y Descolonización de las Naciones Unidas, que sesionó en Caracas con 41 delegaciones, el alto diplomático denunció que el origen de la política criminal de sanciones “no la podemos desvincular del origen del colonialismo”.
Subrayó que la aplicación de las medidas coercitiva unilaterales “no es más que una extensión de la aplicación del colonialismo”.
Ningún país merece ser víctima de estas medidas coercitivas, que dañan el bienestar, el progreso y atentan contra los derechos humanos como lo ha demostrado y condenado en reiteradas ocasiones el Consejo de Derechos Humanos, indicó.
El canciller bolivariano insistió en que este no es un tema ajeno a la descolonización, sino que van de la mano porque son prácticas que “nos intentan imponer para dominar y torcer la voluntad de los pueblos”.
Además de gobernar económicamente sobre estos e imponer vías de comercio y relacionamiento entre los países, acentuó.
Gil manifestó que se trata de imponer, inclusive, con cuales países y empresas hacer tus negocios, “cuando sabemos que es totalmente ilegal”, acotó.
Cuando a Venezuela se le intenta gobernar desde Estados Unidos a través de estas medidas y el otorgamiento de licencias para desarrollar la actividad económica soberna, “no es más que una práctica neocolonial que debe ser también debatida en algún momento en el seno de la ONU y condenada por sus miembros”, señaló.
El alto diplomático expresó que la República Bolivariana derrotó esas prácticas y admitió; sin embargo, que hacen daño a todo un pueblo, limitan el desarrollo y se imponen sobre cualquier voluntad de hacer negociaciones.
Si queremos avanzar en la descolonización es necesario avanzar en la proscripción de las medidas coercitivas unilaterales como mecanismo del neocolonialismo, remarcó.
El canciller destacó que el seminario tuvo lugar en un momento de historia global y geopolítica bastante complejo en la temática debatida en la reunión y aludió al compromiso ciento por ciento de su país de “avanzar a una velocidad aún mayor, en los procesos de descolonización, sobre todo en nuestro Caribe”.
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