Un comunicado del estudio de abogados que encabeza el letrado Mateo Castañeda, anunció su retiro de la defensa de la mandataria y de su hermano, Nicanor Boluarte, detenido y liberado, el viernes último, junto al defensor.

El texto argumenta que el repliegue apunta a “no perjudicar a la institución presidencial” y que la investigación de la Fiscalía busca perjudicar a la mandataria presentándola como cabeza de una organización criminal y a Castañeda como cabeza de su brazo legal.

El estudio de abogados califica además como una amenaza el argumento de la fiscal del caso, Marita Barreto, de que Castañeda, Nicanor Boluarte y otros seis detenidos, deben seguir detenidos porque la referida organización sigue activia.

Además, el bufete de abogados Castañeda & Menacho informó que también abandona la defensa del ex ministro del Interior Carlos Morán, en otros casos, por incompatibilidad.

Morán confesó que intermedió, a pedido de Castañeda y tras una cita en la que participó la presidenta, para una reunión entre el letrado y el coronel Harvey Colchado.

Colchado afirma, como su colega Walter Lozano, que el abogado, en nombre de Boluarte, les ofreció ascenderlos de grado si ayudan a la mandataria en el caso de las joyas y en el de su hermano Nicanor, de intervenir indebidamente en nombramientos de autoridades. El coronel Colchado fue relevado en abril pasado del mando de la unidad policial de apoyo a la fiscalía contra la corrupción en el poder y reemplazado por el coronel Franco Moreno, quien ha declarado que la presidenta lo convocó para tratar sus casos, lo que no aceptó. De otro lado, causó extrañeza la revelación periodística de que en los allanamientos a la casa y las oficinas del abogado Castañeda la Fiscalía encontró un pequeño arsenal, de una treintena de armas de fuego, entre fusiles, carabinas y armas cortas.

El informe precisa que parte de las armas pertenecen a un oficial expulsado de la Policía y que fue investigado por tráfico de armas.

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