Al intervenir en la 89ª plenaria del 78º período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el alto diplomático venezolano denunció que más de 30 países en el mundo están sujetos a la imposición de esas sanciones punitivas.

Estas, dijo, erosionan el multilateralismo, aumentan la desconfianza, las tensiones en todo el mundo, son un problema mundial y requieren una solución global.

Afirmó en tal sentido, que si de verdad estamos comprometidos a honrar nuestra promesa de no dejar a nadie atrás, llegó el momento de que “todos abordemos la cuestión de las medidas coercitivas unilaterales de forma integral y eficaz en interés del bienestar de nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas”.

El ministro del Exterior venezolano demandó a los Estados a abstenerse de promulgar, reconocer o aplicar estas políticas, las cuales están dirigidas a forzar la voluntad soberana de las naciones y buscan privar a las poblaciones de sus propios medios de coexistencia.

También contribuyen, apuntó, a poner en peligro la vida y el bienestar de los pueblos sujetos a ella, además de obstaculizar la cooperación internacional y limitar la capacidad de los Estados a acceder y adquirir inversiones, tecnologías y bienes y servicios para enfrentar los desafíos, entre ellos el problema ambiental.

Gil aludió a los más de 60 años de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, política que consideró fracasada y exigió retirarlas, así como sacar a la isla de la ilegal lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo.

El ministro bolivariano llamó a “poner fin de forma completa e inmediata” a todas las medidas ilegales, las cuales, subrayó, agravan la vida de las naciones afectadas y profundizan la crisis mundial que todos los países atraviesan.

Responsabilizó a Estados Unidos y a la Unión Europea de ser los principales promotores de la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra naciones que se niegan admitir sus designios y ante lo cual, opinó, emerge un nuevo mundo multipolar.

Gil mencionó que contra su país se aplicaron más de 930 de estas mal llamadas sanciones que tuvieron un impacto en la economía con pérdidas hasta el 2022 por el orden de los 242 mil millones de dólares.

Se refirió, además, a la “campaña de máxima presión” ejercida contra Venezuela, a través de un entramado de mentiras y falsedades jurídicas y financieras para agredir al pueblo.

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