Según el ministro neerlandés de Protección Jurídica, Franc Weerwind centenares de condenados aguardan su turno en una lista de espera gestionada por la cartera de Justicia, mientras unas 330 celdas en las prisiones que no se pueden usar porque no hay personal suficiente.
Un artículo divulgado aquí por la prensa nacional indica que decenas de delincuentes son agregados semanalmente a la lista de personas con condena que no tienen cárcel con guardia para cumplir su pena, lo que tiene preocupado al poder judicial y al Parlamento neerlandés.
Dicha situación provoca que las sentencias no se ejecuten tal y como fueron impuestas por los magistrados.
En las prisiones neerlandesas conviven hoy unos nueve mil detenidos mientras otros condenados están en libertad con un brazalete electrónico.
Otros gozan de la suspensión temporal de prisión su fueron sentenciados a pe4nas relativamente cortas.
En ese contexto El Consejo para la Judicatura, que se ocupa de la selección, contratación y formación de los funcionarios judiciales, expresó su protesta y exige que las sentencias impuestas se cumplan.
Las fuerzas políticas de oposición tienen posiciones encontradas sobre el tema, en tanto Weerwind calificó de “dolorosas y difíciles, pero necesarias” las medidas propuestas, e insistió en que la combinación de prisiones llenas y personal insuficiente no es un planteamiento seguro, ni para empleados, ni para detenidos.
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