Según un informe de la Administración General de Aduanas del gigante asiático, el volumen de comercio entre los dos países de enero a marzo fue de 150 mil millones de dólares, una disminución interanual del cuatro por ciento.
Las exportaciones del gigante asiático a Estados Unidos fueron de 110 mil 130 millones de dólares, una disminución de 1,3 por ciento, mientras que las importaciones a esta nación desde el país norteamericano fueron de 39 mil 913 millones de dólares, un 10,7 por ciento menos.
Sin embargo, en marzo el volumen comercial entre los dos países ascendió a 50,5 mil millones de dólares, un aumento del 18,4 por ciento en comparación con febrero.
Por otra parte, en el primer trimestre el volumen del comercio chino-ruso creció un 5,2 por ciento interanual.
Además, las exportaciones de chips de China cayeron a su nivel más bajo desde 2020 con 136 mil 340 millones de dólares en términos monetarios, según datos de Comtrade de la ONU.
De acuerdo con esa fuente, las importaciones de semiconductores por parte de Beijing registraron los números más bajas desde 2019.
Un comportamiento similar ocurrió en Estados Unidos, con las exportaciones de chips en su nivel más bajo desde 2019 y las importaciones con cifras reducidas que no se veían desde 2020.
La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, reiteró durante su reciente visita a China que un desacoplamiento entre Washington y Beijing traería consecuencias desastrosas para las economías del mundo.
Durante sus encuentros, las diferentes contrapartes chinas abogaron por implementar de forma práctica los consensos alcanzados durante la Cumbre de San Francisco, instaron a mantener el diálogo para resolver el diferendo y procurar una coexistencia pacífica y respetuosa.
En varias ocasiones Beijing denunció la politización de las cuestiones económicas por parte de Washington y rechazó el abuso del concepto de seguridad nacional para restringir el desarrollo de China y aplicar sanciones unilaterales contra sus empresas.
El gigante asiático acusó a Estados Unidos de reprimir de forma injustificada a las compañías nacionales de semiconductores y numerosos medios de prensa a nivel internacional se han hecho eco de las presiones de Washington sobre terceros para que limiten el comercio de chips con China.
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