Una declaración de la Cancillería señaló que el informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre el tema “está fundado en la falsedad, los inventos, los prejuicios y la hostilidad” y tiene por objetivo justificar la intervención en los asuntos internos de otros Estados para derrocarlos.
También advierte “seriamente” a Washington que se abstenga de nuevos e ilegales actos de intervención en la soberanía y los asuntos internos de la RPDC y que se ocupe de su propia situación en esa materia.
La declaración recordó que en estos mismos momentos Estados Unidos financia la masacre de civiles inocentes en diversas partes del mundo, alimenta el antagonismo entre naciones, razas y religiones y maltrata a los inmigrantes.
Calificó a los intentos estadounidenses para atacar a la RPDC en el terreno de los derechos humanos como un complot político dirigido a desestabilizar el país y advirtió que esas maniobras, junto con las que se realizan en el terreno militar, recibirán cumplida respuesta.
No hay límites en las contramedidas para defender nuestro sistema y los derechos e intereses de nuestro Estado, subrayó.
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