El tema que desde hace semanas flota en el ambiente político local gana espacios cuando apenas faltan dos jornadas para que concluya sus funciones la actual Asamblea Legislativa de 84 diputados y de paso a la de 60 seleccionada en las últimas elecciones.
Miembros de partidos políticos y de instituciones creen que es posible que Nuevas Ideas aproveche la última sesión plenaria para aprobar un acuerdo de reforma constitucional que sea ratificado por la siguiente legislatura que inicia su gestión el 1 de mayo, según indica una aproximación al tema publicada por el diario El Mundo.
Señala la publicación que el vicepresidente Félix Ulloa, quien encabezó un estudio realizado por un equipo Ad Hoc para proponer los cambios a la Carta Magna, dijo que este es el momento indicado e incluso la acción permitiría que el presidente salvadoreño pueda postularse para «un tercer mandato o una reelección indefinida”.
El jurista José Marinero, quien niega la posibilidad de la reforma en tan poco tiempo, afirmó que el aparato de propaganda del gobierno quiere engañar a la ciudadanía de que estas maniobras son debatibles, señalando de cómplices propagandistas quienes sostienen que hay debate.
Citado por El Mundo, el letrado aseguró que la intención de Bukele es perpetuarse en el poder, primero usurpando la Sala de lo Constitucional y ahora con una pretendida reforma exprés de la Constitución o en su caso una descabellada constituyente.
Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana, estimó que no es posible realizar el acto de inicio de una reforma constitucional porque tendría que haberse propuesto y aprobado antes de las elecciones de la Asamblea Legislativa.
Sin embargo, opinó que lo que el legislativo puede hacer es que, antes que termine el periodo, aprobar la reforma para que la siguiente legislatura lo ratifique y entre en vigencia.
Si se hace de esta manera, advirtió Escobar, rompería la Constitución en cuanto al procedimiento de reforma y aseveró que «por la premura de la situación no habría margen para estudio de las reformas», lo que implicaría, subrayó, «una reforma atropellada simplemente por la conveniencia política del gobierno en turno».
mem/lb
