“El FBI no muestra disposición a desclasificar documentos que hemos solicitado, como en las tres ocasiones anteriores”, reveló el portavoz del Comité de Amigos y Familiares durante un acto en el Cementerio Municipal de San Juan, en el sector de Río Piedras.
El activista expresó ante una veintena de personas, entre estos Ricardo Fraga, con el cual se ha encargado de mantener viva la memoria de Muñiz Varela, a pesar de los años transcurridos mediante investigaciones y gestiones ante las autoridades de Puerto Rico y Estados Unidos para que se esclarezca este atroz crimen.
“La memoria histórica tiene que permanecer”, dijo Álzaga a Prensa Latina sobre la necesidad de insistir en que se conozca la información que reposa en los archivos del FBI y el Ministerio de Justicia de Puerto Rico.
Carlos Muñiz Pérez, hijo del asesinato activista de izquierda, reveló que la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA) le admitió en una carta que tenían información del caso, mas no se la podía dar a conocer.
El joven expresó que habrá que esperar a que se cumplan los 50 años del crimen político, perpetrado por terroristas de origen cubano que actuaban a la sombra de las autoridades de la nación norteña, aunque “no vamos a descansar hasta que se sepa la verdad”.
“Quedan dos o tres (de los involucrados en el asesinato), que están en Estados Unidos”, estableció Álzaga, en referencia a que la mayoría de los involucrados han muerto, dado el tiempo transcurrido.
Indicó que los actuales funcionarios de Justicia de Puerto Rico han sido amables cuando les hacen acercamientos, pero que nada pasa al final, “al parecer para no tener fricción con los (funcionarios) federales”.
Álzaga destacó la cantidad de información que ha conseguido el Comité de Amigos y Familiares, mediante peticiones de su abogado a Alejandro Torres Rivera, “para montar el marco del rompecabezas del asesinato de Carlos”.
Manifestó que “Carlos constituyó un ejemplo de haber combinado la lucha por la independencia y el socialismo en Puerto Rico y la solidaridad con su patria de origen, Cuba”.
El activista tenía 26 años cuando fue asesinado a tiros en horas de la tarde cuando conducía su auto en dirección al hogar de su madre, en el vecino municipio de Guaynabo.
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