De acuerdo con las autoridades provinciales del sector, solo durante la reciente semana, varios grupos de nacionalidades asiáticas y europeas visitaron la urbe y manifestaron su admiración por la belleza y grandeza de sus milenarios monumentos culturales y arquitectónicos, particularmente el anfiteatro.
Gariel Luca, un turista de Rumania y jefe de una empresa que labora en este sector, consideró que la importancia de la ciudad proviene de la diversas civilizaciones que la sucedieron.
Destacó los trabajos de restauración, mantenimiento y limpieza, y agregó que su empresa trabajará para promover y organizar visitas de delegaciones turísticas a esta antigua ciudad.
Otros visitantes indicaron que Bousra es una de las zonas turísticas más bellas del Oriente y sus monumentos tienen un valor maravilloso que combina el arte, la literatura, las religiones y la arquitectura. Elogiaron la generosidad y hospitalidad del pueblo sirio y llamaron a las organizaciones internacionales a que se ocupen de proteger y preservar los monumentos culturales y patrimoniales en Siria.
Por su parte, el alcalde de Bousra Al-Sham, Suleiman Al-Shahma, afirmó que todos los trabajadores del sector turístico están totalmente preparados para brindar todas las comodidades necesarias a las delegaciones que lleguen a la ciudad.
Se trabaja diariamente para conservar los sitios arqueológicos con el fin de resaltar la imagen cultural de Siria y la riqueza de sus sitios arqueológicos y patrimoniales, explicó.
El director de Turismo de Deraa, Yasser Al-Saadi, consideró que el aumento de las delegaciones turísticas demuestra la recuperación de Bousra y su vuelta a su importante papel en el mapa turístico.
La Ciudad Vieja de Bousra fue inscrita en 1980 en la lista del Patrimonio de la Humanidad junto a otros sitios sirios como la Ciudad Vieja de Alepo, la Ciudad Vieja de Damasco, el Crac de los Caballeros y la Fortaleza de Salah Al Din, Palmira y las aldeas antiguas del norte de Siria.
En 2010, el año anterior al comienzo de la guerra, el país recibió ocho millones 500 mil visitantes, y este sector aportaba unos ingresos que constituyeron el 9,0 por ciento del Producto Interno Bruto, pero después la afluencia de turistas cayó un 98 por ciento.
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