Hablando en una ceremonia de graduación de las fuerzas del Emirato Islámico en la provincia de Nangarhar, Baradar comentó que el gobierno Talibán es visto con sospecha por países de todo el mundo, y destacó la importancia de que los afganos estén atentos a esa percepción.
Las grandes potencias del mundo miran al Emirato Islámico con sospecha y todavía intentan obstaculizar nuestro progreso económico y político, pero debemos estar vigilantes y alertas, subrayó el funcionario.
Anteriormente, otros responsables del Emirato Islámico también habían pedido a las naciones de todo el mundo que no interfirieran en los asuntos internos de Afganistán y que, en lugar de ejercer presión e imponer sus demandas, siguieran una vía de diálogo.
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