En el Groupama Stadium, les Bleus buscarán mejorar la imagen que dejaron el viernes pasado en el parisino Parque de los Príncipes, donde la Azzurra los humilló 3-1, desatando duras críticas de la prensa y los analistas.
El rival de esta noche es también exigente, aunque los Diablos Rojos liderados por el incombustible Kevin De Bruyne pasan por una etapa de reconstrucción, y vienen de derrotar 3-1 a Israel en su primera presentación en la cuarta Liga de Naciones.
Blanco de las críticas, el director técnico de Francia, Didier Deschamps, pudiera realizar varios cambios tanto en ataque como en defensa, con la expectativa de si saldrán de titulares las estrellas de la selección, el capitán Kylian Mbappé y Antoine Griezmann, de actuación bien discreta ante Italia.
La víspera, en la conferencia de prensa previa al partido, Deschamps aseguró asumir su estrategia de probar futbolistas y de repartir el tiempo de juego, aun cuando eso influya en los resultados.
El entrenador afirma que su prioridad en el ciclo competitivo que recién comienza es la clasificación para el mundial de 2026, que coorganizarán Canadá, México y Estados Unidos.
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