Por segunda vez esta semana, la vicepresidenta Harris hizo campaña en el estado clave de Pensilvania, donde la acompañó una coalición de más de un centenar de republicanos que le dieron la espalda a Trump y la apoyaron, pues dicen que el objetivo es poner el país por encima del partido en los venideros comicios.
La demócrata calificó a Trump de estar “cada vez más inestable y desquiciado” y en una entrevista concedida a la conservadora Fox News definió a su rival como alguien que “no está capacitado para desempeñar el cargo, es inestable y es peligroso”.
“La gente está agotada de alguien que profesa ser un líder pero que pasa su tiempo menospreciando a los demás y involucrándose en agravios personales”, subrayó sobre su rival.
En un momento de la entrevista, el presentador preguntó a la vicemandataria qué pensaba de un contingente tan grande de estadounidenses que expresan su apoyo al expresidente, “¿son estúpidos?”.
A lo cual respondió que ella nunca diría eso del pueblo de este país. “Él (Trump) es quien tiende a degradar, menospreciar y disminuir al pueblo estadounidense”.
Por su parte, a Trump en un foro con latinos le pidieron que enumerara tres habilidades que reconocía en su oponente y subrayó: “es una pregunta muy difícil (…) las demás preguntas fueron muy fáciles, pero esta no”, contestó.
Además, dijo el martes en un mitin en Atlanta, Georgia, que pensaba que cualquier hispano o afroamericano que vote por Harris debería hacerse examinar la cabeza.
En lo que queda a esta atípica campaña electoral, donde cuando estaba a menos de 100 días de las elecciones hubo cambio de candidato con la salida de Joe Biden y la entrada de Harris, no se sabe si todavía algún evento sorpresivo podría ocurrir.
La suerte está echada, no falta mucho para saber cómo se pronuncian las urnas.
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