citada en una nota institucional entregada a Prensa Latina, esa autoridad afirmó que “la mejor solución es la que emana del derecho internacional y que prevé la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, algo en lo que los portugueses pueden hacer mucho al respecto”.
Recordó en Lisboa que Europa es el continente que más ayuda a Marruecos a mantener la ocupación porque le apoya militar, económica y políticamente.
Advirtió, sin embargo, que un tribunal europeo dejó claro recientemente que el Sáhara Occidental y Marruecos son dos territorios diferentes y separados, y que la Unión Europea no tiene derecho a firmar acuerdos comerciales o económicos con ese país, que incluyan el territorio saharaui.
Beyun añadió que cualquier acuerdo debe contar con el consentimiento explícito del pueblo saharaui, representado por el Frente Polisario, según la sentencia anunciada el 4 de octubre último por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), que invalidó definitivamente dos acuerdos comerciales rubricados entre Marruecos y el bloque comunitario, tras un recurso presentado por el Frente Polisario.
Tal veredicto abarca los acuerdos de 2019 sobre pesca y agricultura (de los que Portugal también es parte), firmados “sin respetar los principios de autodeterminación” del pueblo saharaui, según opinó el Tribunal Superior de Luxemburgo.
En tal sentido, la Comisión Europea tendrá que renegociar el acuerdo comercial con Marruecos.
Recordó el primer ministro de la RASD que Portugal “tiene experiencia en este conflicto”, además de intereses económicos.
“Puede contribuir a convencer y trabajar en Europa de que la mejor solución es la del derecho internacional, que garantiza una buena convivencia entre los pueblos y los países de la región, que garantiza la cooperación y la integración”, sostuvo la autoridad.
Insistió Beyun en que, en caso de que se celebre un referéndum de autodeterminación, el Gobierno saharaui y el Frente Polisario “aceptarán cualquier decisión que el pueblo saharaui tome libremente” en la votación.
El Sáhara Occidental es una vasta extensión desértica de 266 mil kilómetros cuadrados situada al norte de Mauritania y constituye el último territorio del continente africano cuyo estatus poscolonial no está definido.
Marruecos ocupa más del 80 por ciento en el oeste y el Frente Polisario menos del 20 por ciento en al este, todos separados por un muro de arena con siete millones de bombas y con una zona de tapón bajo el control de las Fuerzas de Paz de la ONU (Minurso), concluye la nota institucional de la embajada saharaui.
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